19 Oct 2009
Sigue la jornada violenta en Guerrero. A primera hora del domingo, los cuerpos de seis hombres, entre ellos un menor de edad y un agente del Ministerio Público, fueron localizados ejecutados, torturados y con narcomensajes firmados por Arturo Beltrán Leyva, el jefe de jefes, en diferentes puntos de Acapulco.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado informó que cinco de los seis cadáveres, todos de jóvenes, estaban amarrados de pies y manos y presentaban disparos en la cabeza, además de que uno era un adolescente de 16 años. Los cuerpos tenían cartulinas fluorescentes encima de sus cuerpos en las que se reveló que el jefe de jefes, quien se ha atribuido al menos 20 ejecuciones en los últimos ocho días, es el líder del cártel de los Beltrán Leyva.
Fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) confirmaron que los mensajes son los mismos en todas las cartulinas, y en las que Arturo Beltrán Leyva retaba a una persona de nombre Manuel Torres: “Esto les pasa a los rateros, secuestradores y traidores. Cuidate Manuel Torres. Atentamente Arturo Beltrán Leyva el jefe de jefes”.
Los hechos
El primer hallazgo se reportó a las 7:30 de la mañana en la zona de restaurantes de Barra Vieja, a sólo dos metros de la carretera en la zona Diamante; ahí fue localizado el cuerpo de un joven de 16 años, quien estaba amarrado de pies y manos con unas agujetas.
Vestía una bermuda color gris y estaba sin playera y descalzo, además su cuerpo estaba boca arriba; presentaba al menos cuatro disparos –tres en el pecho y uno en la cabeza–, y el mensaje fue dejado encima de su pecho.
En esa misma zona fue dejado el cuerpo de un hombre de unos 35 años, quien presentó dos impactos de bala en la cabeza y en parte del tórax, estaba descalzo y también vestía una bermuda color gris; tenía tatuajes en ambas piernas. El narcomensaje también fue dejado en el pecho.
El tercer ejecutado fue localizado en la carretera Metlapil, en las inmediaciones del poblado de Tres Palos. Es un joven de aproximadamente 20 años, estaba boca abajo y tenía las manos amarradas hacía la espalda con un cinturón. Presentó dos disparos en la cabeza, estaba descalzo y vestía pantalón de mezclilla y playera verde; el mensaje le fue dejado en la espalda.
Casi tres horas después del primer hallazgo, fue ubicado el cuarto cuerpo en el libramiento de Paso Texca, a pocos metros del entronque con la carretera México-Acapulco, y era el cuerpo de un hombre de unos 25 años, que presentaba dos disparos en la espalda y la nuca.
Vestía también una bermuda gris a cuadros, una playera amarilla y estaba descalzo, además tenía corte de pelo tipo militar.
El quinto y último cuerpo se encontró en el poblado del Kilómetro 30; es de un hombre de unos 20 años, quien presentaba los impactos de bala en la espalda y la nuca; estaba amarrado de las manos con un cinturón y le fue dejada una cartulina con el mismo mensaje.
El agente del MP
En tanto, sobre el caso del agente del Ministerio Público de Chilpancingo, Marco Antonio Alemán Cuevas, la SSP confirmó que un grupo de hombres lo bajaron violentamente de su vehículo cuando circulaba por la comunidad de Piedra Roja, frente a la unidad habitacional El Coloso.
Ya en plena avenida recibió varios impactos de arma de fuego, quedando en el lugar gravemente herido, y mientras los sicarios se dieron a la fuga el agente fue trasladado al hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) para su atención médica, donde más tarde murió por los impactos de bala de grueso calibre.
16 Oct 2009
Ayer fueron hallados en Acapulco, Guerrero, otros cinco cuerpos con huellas de tortura y un narcomensaje firmado por El jefe de jefes. Dos cadáveres aparecieron en Barra Vieja, en la Zona Diamante del puerto, y uno más en la colonia Nicolás Bravo, cerca de la carretera que lleva a la Costa Chica.
La variante en estas ejecuciones (que suman 20 en 10 días en Acapulco, Chilpancingo y Coyuca de Benítez) es que el presunto autor, El jefe de jefes, revela que es Arturo Beltrán Leyva, jefe del cártel de los Beltrán Leyva.
Entre las víctimas hay un adolescente de 16 años, que estaba amarrado de pies y manos, y presentaba cuatro balazos en el pecho y uno más en la cabeza. A 500 metros de ahí, sobre la misma carretera, las autoridades hallaron otro cadáver. Sobre el pecho tenía una cartulina firmada por El jefe de jefes.
El mensaje en todos los casos era el mismo: “Esto les va a pasar a todos los asaltantes, extorsionadores y rateros de casa habitación. Ya saben a lo que le tiran todos. Agárrate Manuel Torres tu y toda tu gente, pinche maricón ondeado si tu jefe no te educa yo si te voy a educar. Atte Arturo Beltrán Leyva, El jefe de jefes. Y aquí estoy a la hora que quieras (sic)”.
En esa misma entidad, pero en la comunidad El Calvario, municipio de Petatlán, una patrulla de la policía estatal fue emboscada por un comando, lo que desató una balacera con un saldo de un agente y un civil muertos.
Más tarde, en la cabecera municipal de San Jerónimo de Juárez y Coyuquilla Norte aparecieron dos narcomantas con mensajes de respeto el Ejército mexicano, pero contra el titular de la SSP federal, Genaro García Luna, firmados por La Familia guerrerense.
En total, el crimen organizado dejó ayer 32 ejecutados, incluidos tres sujetos, cuyos cuerpos fueron localizados cerca de la casilla 1286 de Coahuila, si bien la procuraduría estatal deslindó los hechos de la jornada electoral de este domingo.
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La historia Original Acá....
Un comando de sicarios ejecutó ayer a un sobrino del narcotraficante Javier Torres Félix, "El JT", e hirió a una niña y a una joven, cuando circulaban en dos vehículos lujosos sobre una de las avenidas del exclusivo fraccionamiento Montebello.
Minutos después del atentado, policías localizaron el vehículo donde
viajaban los gatilleros en donde localizaron fusiles AK-47 y un
narcomensaje que decía: "De parte de tu compadre y sus Z sobrinos.
Manuel Torres, para que lo tengas presente" (Manuel Garcia Felix)
La persona asesinada fue identificada como Anastacio Torres Acosta, de
20 años, quien era hijo de Manuel Torres Félix, hermano de "El JT",
quien fue extraditado a Estados Unidos.
Según la PGR, "El JT" era uno de los principales operadores de Ismael El Mayo Zambada, líder del cártel de Sinaloa.
En el atentado resultó herida la hermana de Anastacio, identificada
como Alondra, de 4 años, la cual presentó desprendimiento de antebrazo
derecho causa por un impacto y un rozón de bala en el hombro.
También resultó herida la cuñada de Anastacio, identificada como Sandra
Rivas Heredia, de 24 años, quien sufrió un impacto en la pierna derecha
con probable fractura.
Con ese hecho suman ya dos familiares de "El JT" que son atacados en
este mes, ya que el día 4 sufrió un atentado Joel Torres Jiménez, hijo
del presunto capo, cuando se encontraba en un billar de la colonia
Emiliano Zapata.
LOS HECHOS
Las autoridades informaron que los hechos sucedieron a las 16:30 horas
frente a las oficinas de la Secretaria de Salud del Gobierno de Estado.
- Sobre la avenida Montebello un familiar de Anastacio Torres tuvo un
percance vial por lo que la familia se traslado al lugar para arreglar el problema del choque.
- El joven y un grupo de mujeres circulaban de sur a norte por la
Montes Urales a bordo de una camioneta Linconl Mark, con placas
FR-18530 de Durango, conducida por la suegra de Anastacio.
- Al llegar al lugar para arreglar el supuesto choque, todos
descendieron de las unidades y en esos momentos arribó un grupo de
sicarios en un Nissan, Sentra.
- El grupo armado intentó levantar a Torres Acosta, pero al percatarse
de ello, el joven corrió hacia la camioneta para intentar huir.
- En ese momento los gatilleros dispararon contra la víctima, matando a Anastacio Torres.
- Al intentar ponerse a salvo, la joven y la niña resultaron heridas durante la lluvia de balas.
Hallan a entambado y enlonado
Frente a la Secretaría de Salud y sobre la principal avenida del exclusivo fraccionamiento Montebello, un comando de sicarios abandonó los cadáveres de dos supuestos gatilleros, uno envuelto en una lona y otro decapitado dentro de un tambo con un narcomensaje.
Investigadores de la Policía Ministerial del Estado (PME) informaron que en ese mismo lugar hace un mes fue asesinado Anastacio Torres Acosta, hijo de Manuel Torres Félix, alias El M-1, y sobrino del narcotraficante Javier Torres Félix, alias El JT, por lo que investigarán si tienen relación ambos crímenes.
La PME informó que una de las personas ejecutada fue identificada como Guillermo Cabada Zazueta, de 32 años, originario de Los Cedritos, Cosalá.
El cadáver de esta persona estaba envuelta en una lona y atado con lazo de color naranja, similar al que ha sido encontrado en otros ejecutados que aparecieron en Villa Juárez, Navolato, y en la comunidad de La Chía, en Tacuichamona. Además tenía el dedo pulgar amputado.
La segunda víctima fue identificada como Amadeo Vega Vergara, de 35 años, alias El Caimán, quien vivía en la colonia Lomas del Bulevar.
La PME informó que esta persona fue decapitada y su cuerpo junto con la cabeza estaba dentro de un tambo de plástico, donde fue hallado un narcomensaje que decía:
"Estos son los homosexuales gatilleros de Arturo Beltrán Leyva y el del tambo es el mismísimo mataniños del Caimán. Para que aprendan a respetar. Mis respetos para los niños".
El hallazgo de los cadáveres fue reportado alrededor de las 07:50 horas por vecinos y trabajadores de la Secretaría de Salud que a esa hora entraban a laborar.
El hecho ocurrió sobre el bulevar Montebello, esquina con Liberalismo, frente a la SS, en dicho fraccionamiento.
Testigos informaron que a esa hora en la esquina se estacionó una camioneta donde viajaban varios sujetos armados.
Los sujetos en cuestión de segundos y ante la mirada de asombro de vecinos y trabajadores, bajaron el cadáver de una persona envuelta en una lona y atada con mecate. Esta persona sería identificada como Guillermo Cabada.
Después los mismo sujetos bajaron un tambo de plástico de color azul con capacidad de 200 litros donde estaba el cadáver semidesnudo y decapitado de quien sería identificado como Amadeo Vega.
El médico forense dictaminó que los presuntos gatilleros presentaron decenas de heridas de bala que les destrozaron la cara y el tórax, principalmente, además de huellas de golpes
Una manta contra los militares que participan en el Operativo Conjunto Culiacán-Navolato fue colocada en el acceso principal de un instituto educativo de la colonia Las Quintas.
El reporte del hallazgo del mensaje contra las fuerzas armadas se realizó a las 06:10 horas por vecinos del bulevar Sinaloa, en el asentamiento en mención, quienes alertaron a las autoridades policiacas.
En la manta, ubicada en la puerta de malla ciclónica del plantel educativo, se lee: "MILITARES ASECINOS NO MAS CIVILES MUERTOS MILITARES VS. SOCIEDAD".
La manta fue retirada por los uniformados, mientras que los vecinos dijeron desconocer quiénes la colocaron.
La aparición de mantas en la ciudad y en otros municipios del estado inició aquí el 4 de mayo, días después de una balacera en la que detuvieron a 13 gatilleros en una casa de seguridad de la colonia Guadalupe, y del asesinato de cuatro policías federales en el Centro.
Los mensajes, en su mayoría, lanzan retos entre sí a grupos rivales del narcotráfico y de las fuerzas armadas
Intentan matar a otro comandante de la PME
Jorge Constantino Sajarópulos y dos de sus agentes resultan heridos en Las Brisas, Guasave
LAS BRISAS, Guasave._ Cuando se dirigían a Guamúchil procedentes de Los Mochis, el Comandante de la PME Jorge Constantino Sajarópulos Corona y dos de sus agentes fueron atacados a balazos por un grupo de sicarios que huyó luego del fallido atentado.
El tiroteo ocurrió a las 11:10 horas de hoy cuando el Comandante, quien apenas ayer había sido asignado a la partida de Los Mochis, regresaba de esa ciudad hacia Guamúchil, ciudad donde había estado adscrito como jefe de partida e iba a hacer entrega administrativa de la base policial.
Los policías estatales viajaban en una camioneta Chevrolet Cheyenne roja, doble cabina, y al llegar a la altura de La Brisas, fueron alcanzados por una unidad vagoneta Oldsmobile Silhouette, verde, en la cual viajaban aproximadamente 10 individuos que les dispararon con armas largas.
Sajarópulos Corona y los dos agentes evadieron los tiros ya sólo sufrieron heridas no de gravedad y repelieron la agresión.
Los sicarios abandonaron la unidad y despojaron una camioneta Ford Lobo en la que viajaban unos turistas y huyeron hacia el sur entre las parcelas, con rumbo al municipio de Angostura, donde en estos momentos se realiza un intenso operativo de búsqueda.
Dos agentes, identificados con el nombre de Brígido y otro de apellido Escalante, fueron trasladados en helicóptero a hospitales de Culiacán.
Tras el tiroteo, elementos de las corporaciones policiacas estatales, municipales, federales y militares se encuentran en un operativo de persecución entre el monte en busca de los agresores, apoyados por helicópteros
Levantan´ a uno en isla Musala
A 500 metros de distancia, sobre el malecón nuevo de Culiacán, se encontraba instalado un retén del Ejército y de la Policía de Tránsito
CULIACÁN._ A la descarada un comando armado "levantó" al conductor de una camioneta en la isla Musala, a pesar de que como a 500 metros de distancia, sobre el malecón nuevo, se encontraba instalado un retén del Ejército y de la Policía de Tránsito.
La identidad de la persona privada de su libertad se desconoce, y sólo se informó que circulaba en una Jeep Grand Cherokee, color negro, modelo 1996, placas VJW-5227 de Sinaloa.
Según el reporte de las corporaciones, el "levantón" se registró a las 07:55 horas sobre la avenida Musala, en el sector nororiente de la ciudad, frente a una casa de apuestas, donde varios sujetos armados que viajaban en una van tipo Chrysler Voyager, color oro, y en un Jeep Cherokee, color gris, interceptaron al conductor de la Cherokee negra, lo bajaron y lo subieron a la fuerza a una de las otras dos unidades.
Hasta el momento se desconoce la identidad y el paradero del "levantado", pero la PME ya investigan el hecho y alertó al resto de las policías sobre las características de los vehículos en que se lo llevaron.
Hallan ejecutado a sujeto que fue ´levantado´ en isla Musala
Se encuentran desaparecidos dos hijos de la víctima
Amarrado de manos, "encintado" de los ojos y ejecutado a balazos fue encontrado un sujeto que fue "levantado" el sábado pasado por un comando armado en la isla Musala, cuando circulaba a bordo de una camioneta.
La víctima fue identificada como Jesús Octavio Rivera Pacheco, de 43 años, con domicilio en calle Leona Vicario, colonia Ignacio Allende, el cual presentó múltiples impactos de bala en el cuerpo, confirmó el médico legista.
En el lugar trascendió que el día en que fue privado de su libertad se hacía acompañar de sus hijos Pedro Luis y Octavio Rivera García, quienes desde ese día son buscados por sus familiares.
El hallazgo del cadáver se registró a las 06:30 horas sobre el camino a Mojolo, frente al rancho Santa Clara, a 200 metros de la carretera Internacional México 15 al norte.
Rivera Pacheco estaba amarrado de las manos con un trapo, "encintado" de los ojos, vestía pantalón de mezclilla, camisa en color azul y huaraches de piel en color negro.
Los peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado localizaron cerca del cuerpo 13 casquillos de calibre .45 y .38 Súper.
Rivera Pacheco fue "levantado" el sábado pasado a las 07:55 horas cuando circulaba sobre la avenida Musala en una camioneta Jeep Grand Cherokee, color negro, modelo 1996, placas VJW-5227 de Sinaloa, la cual quedó abandonada en el lugar.
El comando armado que lo privó de su libertad viajaba en una van tipo Chrysler Voyager, color oro, y en un Jeep Cherokee, color gris, y burló un retén de militares y tránsitos que se encontraba a 500 metros de distancia sobre el bulevar Diego Valadés Ríos.
Los cadáveres de otras tres personas decapitadas y mutiladas, junto con una víbora, narcomensajes y dentro de la cajuela de un vehículo, fueron localizados la madrugada de hoy frente a la Secretaría de Salud, en el fraccionamiento Montebello.
Con éstas víctimas suman 7 las personas que aparecen decapitadas en esta semana en la ciudad, y cinco las que aparecen ejecutadas en el mismo lugar en donde fue asesinado en el mes de abril Anastacio Torres Acosta, hijo de Manuel Torres Félix, alias El M1, y sobrino del narcotraficante preso en Estados Unidos, Javier Torres, alias El JT.
Una de las víctimas fue identificada por la PGJE como Roberto Barceló Villagrán Torres, quien hasta septiembre del año pasado era el coordinador operativo de la Policía Ministerial del Estado y jefe del cuestionado Grupo Centauro, creado por el entonces director Alfredo Mejía Pérez, actual asesor de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
Villagrán Torres además de ser decapitado, le fueron cercenadas las dos piernas a la altura de las rodillas.
Las otras dos personas decapitadas hasta el momento no han sido identificadas. Una de ellas además tenía las manos atadas hacia atrás y tenía cercenada la pierna izquierda; el otro tenía unas esposas en la mano izquierda y tenía amputada la pierna izquierda.
De acuerdo con el dictamen del médico forense, las víctimas además presentaron decenas de heridas de bala.
La Procuraduría General de justicia del Estado y las corporaciones policiacas informaron que el hecho fue reportado alrededor de las 00:46 horas en la esquina que forman el bulevar Montebello y la calle Monte Edna, frente a al Secretaría de Salud.
Vecinos reportaron que sujetos desconocidos llegaron al lugar y abandonaron un vehículo Nissan Tsuru, color tinto, modelo 1993, sin placas pero con una calcomanía VJK-6649 de Sinaloa.
Los policías se percataron que en el piso, detrás del vehículo había decenas de casquillos percutidos de diferentes armas y escurría sangre de la cajuela.
Al lugar acudió personal de la agencia del Ministerio Público especializado en homicidios dolosos, y al abrir la cajuela realizaron el macabro hallazgo.
Dentro de la cajuela estaban los cadáveres de tres personas decapitadas y cercenadas de las piernas. Una de las víctimas tenía las manos atadas hacia atrás y encima el cuerpo de una víbora también decapitada y en una de las manos un papel con un mensaje que decía:
"Pa' que lo tengas presente Arturo Beltrán Leyva, de parte de El Ondeado, apodo que tu pusiste, no te hagas pendejo, te voy a dejar peor que a tu querido Centauro, par de homosexuales, a ti te voy a hacer atole de pinole por traidor y corriente y cobarde. Déjate de poner mantas y mensajes si eres tan hombre vámonos viendo pecho a pecho ya sea tu El Guacho, el Chiquilín o tus charros mugrosos comeperros y mataniños, matapolicías. Mejor péguense un tiro solos no hagan esas infamias, te lo manda decir El Ondeado, todos juntos se me hacen poco para mi solo, culeros atte, El Ondeado."
Peritos también hallaron sobre el tablero del carro otro mensaje que decía:"Fijense bien todo lo del mensaje. Quiero que lo pongan todo completo, si no lo ponen es que son homosexuales, y vean lo que les esta pasando a estos putos Beltranes, ojo pendejo estás muy cerca de la cajuela del Tsuru Arturo Beltrán Leyva, Atte. El Ondeado."
Peritos de la Procuraduría levantaron como evidencia 509 casquillos percutidos por armas calibre 9mm, 38 súper, 10mm, y por fusil AK-47, AR-15 y Barret calibre 50mm.
Por la triple ejecución la PGJE inició la averiguación previa 105/2008; mientras que los cadáveres fueron llevados al Servicio Médico Forense en espera de que sean identificados por sus familiares.
Roberto Barceló Villagrán, negro historial
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que Roberto Barceló Villagrán Torres fue suspendido desde el 10 de septiembre del 2007 por la acusación en su contra de supuestos abusos cometidos por él y sus agentes del grupo Centauro en contra del reportero Luis Fernando Nájera.
La agresión contra el reportero de El Debate ocurrió el año pasado durante un operativo realizado por dicho grupo en contra de narcomenudistas en Los Mochis.
Durante el despliegue los ministeriales al mando de Roberto Barceló detuvieron al reportero, supuestamente lo golpearon y le sembraron droga.
A raíz de la denuncia, la Contraloría de la PGJE inició el procedimiento 065/2007 y el 10 de septiembre fue suspendido. La dependencia informó que el pasado 10 de junio de este año, la PGJE dio fe baja en forma definitiva al ex supervisor operativo de la PME.
Villagrán Torres fue el fundador de el grupo Centauro, cuyos elementos fueron acusados de cometer abusos, tortura, robo, en municipios como San Ignacio, y en las ciudades de Guamúchil y Los Mochis.
El ex policía fue miembro del grupo de élite del Ejército, Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES) y cercano colaborador del también ex militar y entonces director de la PME, Alfredo Mejía Pérez, actual asesor de la SSP.
Pese a las acusaciones, Mejía Pérez defendió siempre a capa y espada la actuación de su supervisor y de sus agentes.
CULIACÁN._ Decapitado y con un narcomensaje fue localizado un sujeto desconocido, sobre la banqueta de una de las calles de la colonia Chapultepec, a escasos metros del concurrido y patrullado Malecón Nuevo.
Con ésta víctima suman 10 las personas que han sido halladas decapitadas y con narcomensajes en la última semana.
La víctima tiene aproximadamente 30 años, tez morena clara, complexión media, y 1.70 de estatura.
La Policía Ministerial del Estado (PME) informó que el hallazgo fue reportado alrededor de las 00:30 horas por la calle Vicente Suárez y el bulevar Diego Valadez, en la colonia Chapultepec.
Vecino reportaron que a esa hora sujetos desconocido bajaron de una camioneta un "bulto", el cual dejaron en la banqueta y a un costado colgaron de una cerca una bolsa negra.
Policías y peritos acudieron al lugar y confirmaron el hallazgo del cadáver decapitado de una persona envuelta en una lona verde. Además descubrieron que la bolsa que colgaba del cerco contenía la cabeza de la víctima.
Peritos también localizaron un mensaje escrito en una cartulina roja, la cual tenía escrito un narcomensaje que decía: "Para ti ondeado, onde nos vemos las caras, culón".
Ejecutan a comandante de la PEP en colonia Solidaridad
CULIACÁN. Un comandante de la Policía Estatal Preventiva fue ejecutado a balazos por un comando armado en la colonia Solidaridad, cuando se disponía a comenzar su jornada laboral.
La víctima fue identificada como Raymundo González Mendoza, de 40 años, responsable de la Unidad de Robo de Vehículos de la PEP.
El crimen, según las distintas policías que acudieron a la zona del ataque, se registró a las 06:30 horas sobre las calles Estrella y Unidad, en el asentamiento en mención, frente al domicilio del comandante.
Los primeros reportes establecen que el asesinato del oficial se registró cuando éste salió de su casa y se dirigió a abordar la patrulla del PEP que tenía asignada para sus labores.
En ese momento hasta el lugar llegaron varios gatilleros a bordo de un vehículo cuya características se desconocen, desde donde le comenzaron a disparar, por lo que el comandante bajó de la camioneta y trató de protegerse, pero las balas lo alcanzaron y quedó tirado a un costado de la puerta del conductor.
En el lugar quedaron decenas de casquillos regados.
Con éste suman 57 los asesinatos de policías en Sinaloa en lo que va del año, según las archivos periodísticos.
Apenas el viernes dos comandantes de la Policía Ministerial del Estado fueron acribillados a balazos sobre el bulevar Emiliano Zapata, ataque en el que murió un civil y tres más resultaron heridos.
El sábado en Guasave fue atacado el comandante de la PME en Las Brisas, Jorge Constantino Sajarópulos Corona, junto con tres de sus escoltas, y todos resultaron heridos.
Ejecutan a joven con más de 50 balazos
CULIACÁN. De más de 50 balazos fue ejecutado un joven de la colonia 6 de Enero, cuando circulaba por la avenida Álvaro Obregón en la Lombardo Toledano, y fue interceptados por desconocidos.
La Dirección de Seguridad Pública Municipal estableció que la víctima fue identificada como Heriberto Anguamea Holguín, de 22 años, quien vivía por la calle Baltazar.
El asesinato se registró a las 2:42 horas de ayer, sobre la citada avenida y la calle Belina León de Medina, cuando la víctima circulaba en una camioneta Jeep Cherokee, blanca, modelo 1996, placas VJR 5623 de Sinaloa.
Al parecer el joven fue interceptado por varios sujetos, quienes les dispararon en por lo menos 50 ocasiones.
Tras ser atacado, el afectado chocó en la unidad contra la estructura metálica de un anuncio e intentó correr, pero fue alcanzado por las balas y quedó tirado sin vida a un costado de la camioneta, mientras los gatilleros escapaban.
Peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado recogieron 50 casquillos percutidos por arma AK-47 en el lugar de los hechos.
Encuentran dos decapitados con narco mensajes en Sinaloa
El hallazgo ocurrió a las 05:30 horas sobre la carretera Culiacán-El Dorado, frente a las instalaciones de la planta ganadera Santa Mónica, propiedad de la familia Zambada Niebla.
Culiacán, Sin. Agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal encontraron los cuerpos de dos personas decapitadas con tres mensajes dirigidos a grupos rivales del narcotráfico.
El hallazgo ocurrió a las 05:30 horas sobre la carretera Culiacán-El Dorado, frente a las instalaciones de la planta ganadera Santa Mónica, propiedad de la familia Zambada Niebla, parientes de Ismael Zambada García, El mayo; ninguna de las víctimas ha sido identificada por las autoridades.
Los cuerpos tenían huellas de tortura y estaban envueltos en plástico negro, amarrados con cinta adhesiva, color café y decapitados. Uno de los mensajes decía “para ti ondeado de parte de las locas, falle con Sajarópolus, pero aquí me desquite jajaja. Y sigues tu ondeado espero que te llegue mi recado porque el gobierno te protege mucho”.
Aparentemente este recado se refiere al atentado fallido contra el comandante Constantino Sajarópulos, realizado el sábado pasado, en el municipio de Guasave, que tuvo como saldo tres agentes heridos, entre ellos el aludido.
Otro mensaje, escrito en cartulina, decía: “Aquí te va disque hondeado, ya sabes quienes somos, tu nueva pesadilla, y no estábamos muertos andábamos de parranda de parte de tus compas los charritos sal a la calle mata niños y checa bien quién mató a tu hijo ¿Cuál ondeado?, si ya sabemos quien eres Manuel Torres ¿Quién te dio ese apodo?”.
Este mensaje hace alusión a Manuel Torres, hermano de Javier Torres, el JT, recientemente extraditado a Estados Unidos, quien fungía como operador del Cártel de Sinaloa.
Un último mensaje, escrito sobre una hoja de periódico, con fecha 5 de julio de 2008, decía: “Ondeado tu hubieras atorado a los de la CU no mandes federales y pregúntale a tu hija si soy Homosexual ¡culeado! Aquí esta tu comandante mateo. P.D ¡viva la familia!”.
Fue una farsa: en la colonia Universitarios no ocurrió un enfrentamiento, sino una ejecución.
En las fachadas de las viviendas del lado contrario a la casa donde ocurrió la supuesta refriega no hay indicios de impactos de bala. Y ni siquiera el portón eléctrico de la vivienda en cuestión, ubicada por la calle Aristóteles 1554, tiene impactos de bala de adentro hacia fuera.
Y más: según versiones de testigos, los que iniciaron los balazos fueron varios sujetos que llegaron a esta casa antes que los de la Policía Federal, y fueron los que ultimaron a balazos a los jóvenes.
Después, con la llegada de los agentes federales, y luego con el arribo de los efectivos militares –que en total sumaron alrededor de 300 en el sector- todo fue circo y simulación. Los agentes simulaban que se enfrentaban a tiros y rociaron a balazos el inmueble desde diferentes posiciones.
Lo cierto es que no hay indicios de que los hoy occisos –y otros que presuntamente huyeron del lugar, a pesar del cerco policiaco- hayan atacado a balazos a los agentes cuando éstos pasaban por el lugar.
En el lugar fueron muertos Ezequiel Hernández Hernández, de 27 años; Víctor Manuel Sánchez Ochoa, de 19; Roberto Morales, de 29, y Manuel Navarrete Urtusuástegui, de 27. Además, fueron detenidos los hermanos Carlos Josué y Ángel Eduardo Alaniz Valenzuela.
Ambos fueron sorprendidos por agentes federales cuando transitaban a dos calles del lugar, en una camioneta Cherokee, blanca, placas AHM-9304, y son investigados, como el caso mismo, por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Dentro del inmueble, según informe de la policía federal, fueron localizados 15 rifles AK-47, un AR-15, ocho cargadores de disco con capacidad para 100 tiros y 65 más para 50 balas cada uno, así como tres vehículos, uno de ellos blindado.
Un vecino manifestó que la balacera no empezó cuando llegaron los federales, sino minutos antes, luego de que un grupo de desconocidos arribó en una unidad cuyas características se desconocen, se introdujeron a la casa con otra persona que al parecer llevaban cautiva, y luego dispararon.
Instantes después llegaron los de la Policía Federal. Para entonces, los seis que según la versión oficial lograron huir, salieron por la parte trasera de la vivienda, que llega hasta la calle Parménides, y escaparon.
Una de las versiones indica que fueron éstos quienes ultimaron a balazos a los cuatro jóvenes. Otra información indica que los federales se prestaron al trabajo sucio de este grupo, aparentemente ligado al narcotráfico, simulando el enfrentamiento, a pesar de que los hoy occisos ya habían sido abatidos.
Los vecinos insisten en un sólo sentido: los que estaban adentro nunca dispararon, pero además no resulta lógico que hayan atacado a balazos a las patrullas federales cuando pasaban por ahí, como si se ignorara que esto implicaría que el lugar fuera sitiado por policías y militares, y que por lo tanto no había salida posible.
Además, cuando los sicarios han atacado a policías y militares ha sido desde vehículos en movimiento, aprovechando el factor sorpresa, o bien durante supuestos cateos a inmuebles.
En los baños y recámaras, bajo las mesas de los comedores y detrás de las paredes más recónditas de las viviendas, se resguardaron los vecinos durante la balacera.
Algunos de ellos lograron ver desde las ventanas, tras las rendijas de las protecciones, escondidos detrás de los muros: los policías dispararon hacia la casa, aunque no era posible verla, pues lo hicieron desde posiciones lejanas, tapados por árboles o por construcciones de otras viviendas.
Pero ninguna fachada, cristal, moldura o carrocería de vehículos estacionados o en las cocheras, resultó con impactos de bala. No hubo fuego cruzado, más que el generado por los federales.
El caso era hacer ruido, tronar los cartuchos, vaciar los cargadores. Al final, los propios agentes federales se dedicaron a patear los casquillos, alterando la escena del crimen, y a recogerlos a montones, sin la presencia de un agente del Ministerio Público.
“Era una guerra, una guerra… y cuando terminó, cuando por fin salimos, por allá a las cinco, seis de la tarde, dijimos ‘ya la hicimos, ya salimos de esta’”.
Son los vecinos. Los mismos que gritaron ‘hay niños, no disparen’ cuando empezaron los trancazos. Los que les ordenaron a sus hijas que se habían quedado a medio camino, cuando iban a la tienda o a las tortillas, que se quedaran allá, con fulana y sutana, porque había disparos y habían llegado los soldados.
“Pero no opusieron resistencia, oiga. Ellos llegaron, los federales llegaron, trabaron la puerta y los agredieron, pero no hubo enfrentamiento, no hubo tal. Son mentiras, mentiras”, comentó uno de los vecinos.
Otro lanzó una mentada cuando vio los periódicos y leyó la versión del enfrentamiento: “¡Qué vayan a chingar a su madre, bola de mentirosos!, ¡Los mataron!, ¡Los mataron!”.
Varios de los policías federales se instalaron en la esquina de Aristóteles y Sócrates. Desde este lugar no se ve la fachada de la vivienda marcada con el número 1554. Aún así disparaban una y otra vez. Las otras fachadas, bardas, barandales, árboles y el trazo mismo de la calle impedían ver el inmueble en cuestión, pero aún así jalaron una y otra vez los casquillos. Era el circo.
“Está muy rara la chingadera… ¿a qué le disparaban?”.
Uno de los vecinos dejó que los uniformados entraran a su casa, a revisar. En un descuido y en medio de la confusión, varios de los agentes le apuntaron y cortaron cartucho. Otros cuentan que un civil había permanecido en el interior de una de las patrullas de la PFP, tapado con una toalla blanca, de aspecto joven, robusto y aparentemente de tez blanca. No está entre los dos detenidos y nadie sabe qué fue de él.
Después de que dejaron de escucharse los balazos, un soldado le pidió a una vecina que se metiera. Lo hizo de mala gana y de mala gana la ciudadana le contestó. El de verde le reclamó: esto pasa porque ustedes no toman cartas en el asunto, no les ponen el dedo a esta gente. Y se fue.
Del interior de la vivienda, soldados y policías sacaron dos vehículos, ninguno de los cuales tenía impactos de bala. Eran una camioneta azul, de lujo, grande, y otra blanca, también de lujo, pero más pequeña, de modelo reciente.
Las calcomanías rotas
La casa estaba aparentemente en renta. Así lo decía un anuncio que los supuestos dueños colocaron en la fachada principal, la de Aristóteles. Pero la casa había sido asegurada por la Procuraduría General de la República (PGR) desde hace tres meses, por lo menos, luego de que aparentemente fue cateada por agentes federales.
Las calcomanías estaban ahí, en la parte trasera de la vivienda, que da a la calle Parménides, pero rotas. Partes de los sellos y calcas, en los que se advierte que no deben ser violados y que quien lo haga será sancionado con cárcel, estaban esparcidos en el el suelo, a retazos.
Pero en la vivienda había movimiento. Los jóvenes que la moraban salían eventualmente a barrer la parte frontal o bien al mandado, a las tortillas y a la tienda de la esquina. En su interior, por ambas calles, fueron vistos vehículos de lujo: un mustang gris y un corvette amarillo, con llantas grandes y rines de lujo.
Hubo movimiento a pesar de que el inmueble estaba asegurado. Pero la PGR no se percató o no quiso ver… y por lo tanto, nadie hizo nada.
Los uniformados no dejaron ingresar al inmueble a fotógrafos para que tomaran gráficas del interior. En la foto difundida por la mismo Policía Federal se aprecian los cuatro cuerpos y también los boquetes en las paredes, provocados por los impactos de bala. Pero estos orificios están casi al nivel del piso o a pocos centímetros de éste. Y varios de los cadáveres tienen impactos de bala en la cabeza. Los cuerpos, además, están juntos y tres de ellos quedaron de lado, con las piernas flexionadas, y uno boca arriba.
Las paredes lucen salpicadas de sangre, igual que el piso, que también fue invadido por los mapas rojos.